La mariposa monarca vuela sobre la frontera cada año, millones de aves migratorias van de los Estados Unidos a México, mientras que las ballenas gris expulsan sus chorros de agua que bañan las costas de nuestros países. Tanto los Estados Unidos como México, comparten una honda preocupación sobre los recursos naturales, y asumen el gran compromiso necesario para la cooperación científica y el interés común por trabajar hombro a hombro.

Monitoreamos los desechos que desembocan a nuestras aguas comunes y vigilamos constantemente los niveles de contaminación en el aire entre nuestras fronteras. Los complejos sistemas para el tratamiento de agua necesitan de constante atención por parte de una organización binacional que trabaje a lo largo de la frontera.

Brindamos asistencia a científicos estadounidenses para obtener los permisos requeridos por las autoridades mexicanas y así trabajar junto a sus colegas y autoridades del gobierno mexicano con el fin de prevenir la extinción del mamífero marino conocido como “vaquita”, y la recuperación de la tortuga marina de la especie “Kemp”, (que en su momento estuvo en riesgo de extinción); o bien para llevar a cabo estudios sobre el impacto de la contaminación ambiental en las ciudades de la frontera. En cada caso, la información y experiencia producto de estos y muchos otros proyectos de investigación, han sido compartidos por ambos países.