La violencia, corrupción y el crimen organizado son las preocupaciones de los ciudadanos en ambos lados de la frontera. Los Estados Unidos y México comparten un compromiso mutuo de enfrentar a las redes del crimen organizado que operan a través de nuestras fronteras y dentro de nuestros países. Ya sea que las redes del crimen organizado se dediquen al tráfico de personas, al narcotráfico, lavado de dinero o contrabando de armas, estas redes deben ser desmanteladas. Trabajamos duro día con día para lograr justamente eso.

Muchas de las agencias federales de procuración de justicia de los Estados Unidos trabajan hombro con hombro con sus colegas mexicanos compartiendo información y facilitando capacitación adecuada. Ya sea a través del recurso de extradición o deportación, anualmente México regresa a más de doscientos criminales buscados en los Estados Unidos.

Las agencias mexicanas de procuración de justicia decomisan toneladas de droga, así como millones de dólares en efectivo y miles de armas que tienen como destino los Estados Unidos. Colaboramos con el gobierno de México en muchos de estos casos que atañen a la jurisdicción de los Estados Unidos.

Brindamos capacitación y el equipo necesario a las autoridades mexicanas con el fin de facilitar la ubicación y destrucción de laboratorios de metanfetamina, la detección de círculos de lavado de dinero, arresto de criminales involucrados en tráfico ilegal de menores de edad, rescate de víctimas de secuestro y el arresto de homicidas.

Trabajando juntos hacemos de nuestras comunidades lugares más seguros y más sanos para vivir.